Descubrimiento de la fragancia. Descubrirse a sí mismo.

Al principio del relato, nos presentan a Grenouille como una persona insegura, con problemas identitarios y que no tiene amor propio, ambición ni demasiadas ganas de vivir. Vive para trabajar y tiene la explotación laboral normalizada. Es pobre y pese a su gran talento, no tiene en mente ascender económicamente ni mejorar su calidad de vida. Durante unos años de su adultez, vive completamente solo, aislado del mundo pero, al haber sido rechazado tanto por su familia como por la sociedad desde su infancia, la soledad es lo más natural para el. Su única compañía la mayor parte del tiempo es él mismo, una persona incapaz de amar y de integrarse en la multitud.

Seguramente, esta personalidad fue desarrollada por el ambiente en el que tuvo que crecer. En el libro, desde su nacimiento, nadie le quiere. Su madre intenta deshacerse de él y es adoptado por una mujer que recibe una paga por cuidar de él pero que, tras un breve periodo, le devuelve al cura. Y posteriormente, es dejado en manos de un hombre que lo maltrata y le trata como un esclavo. Esa falta de amor que experimentó en sus años tempranos se percibe en su edad adulta. Un niño que no recibe algo tan crucial en su desarrollo como persona como es el afecto o el cariño, es probable que tenga dificultades para devolver un amor que nunca sintió, es decir, puede convertirlos en seres fríos. Esto más adelante, si consiguen llevar una vida normal, pueden cambiarlo pero, en el caso de Grenouille, no se dieron las condiciones necesarias para poder ser una persona normal.

                                

Al haber sido tan poco cuidado de pequeño, nuestro protagonista es capaz de buscarse la vida por su cuenta y sobrevivir, aunque no sea en las condiciones más óptimas. Algo que le distingue del resto, le caracteriza y le da trabajo en un futuro es su gran sentido del olfato y al desarrollarlo de una forma tan bestial, comienza a tener interés en algo por primera vez en su vida.

Gran parte del descubrimiento de su persona surge a través del descubrimiento del perfume que el considera único. El hallazgo de olores produce en él desconcierto, y cuando encuentra un olor específico, le produce un éxtasis que no siente con nada más, esto le lleva a perseguirlo y querer conservarlo. El principio de su camino de descubrimiento comienza de una forma inesperada.


                                      


Sin lugar a dudas, en el libro, al ser más extenso, la descripción de Grenouille es mucho más detallado y te ayuda a conocer a fondo a este personaje tan complejo. Hay secuencias cruciales como su etapa en la montaña donde vive en una cueva solitaria, que nos concede un conocimiento culminante de lo que quiere en la vida.  Sin embargo, en la película, al ser más visual, lo llegamos a conocer de una forma menos personal, la parte más importante e interesante de la obra tiene que caber en dos escasas horas, por lo tanto, no se conoce a Grenouille ni la mitad de como se hace en el libro. Las películas tienen la obligación de ser lo suficientemente entretenidas durante su duración para garantizar su éxito, los libros tienen la oportunidad de alargarse más y centrarse en contar una buena historia, aunque no todas las partes sean muy interesantes.

Una gran diferencia que se puede observar entre la película y el libro es el aspecto de Grenouille; en el libro, Grenouille es una persona poco agraciada, no parece un adulto a pesar de serlo, es bajo de estatura, débil, tiene chepa. Resumidamente, no cuida su imagen, nunca lo ha hecho  porque no es vanidoso, no le da importancia a su imagen. En la película, el actor que interpreta al personaje no es desagradable a la vista, no es alguien a quien miras dos veces porque te llama la atención algo de su aspecto. Es decir, es completamente normal y se podría decir que pasa desapercibido por la normalidad de su físico.